Desde mediados del siglo XVII hasta principios del XIX, la mayoría de los tramperos norteamericanos hicieron uso, entre otros medios, de las canoas indias para recorrer a través de los abundantes ríos, los vastos territorios hasta entonces desconocidos.
Una de las expediciones más famosas e importantes llevadas a cabo en canoa, fue la de los oficiales Lewis y Clark entre 1804 y 1806. Tras la adquisición de Luisiana, remontaron el Missouri y atravesaron las Rocosas cargando con las canoas, para después descender hasta alcanzar el océano Pacífico.
Como ellos, el famoso Daniel Boone y otros muchos exploradores contribuyeron a la decisiva expansión de su país gracias también a sus expediciones en canoa.
Como ellos, el famoso Daniel Boone y otros muchos exploradores contribuyeron a la decisiva expansión de su país gracias también a sus expediciones en canoa.
Ya existían reproducciones de dichas embarcaciones mucho antes de la salida al mercado de nuestra protagonista, la referencia 3397, Trackers Canoe, pero este nuevo modelo lanzado en 1991 mejoraba y mucho, la estética de sus predecesoras. Una pequeña referencia con los accesorios justos pero con mucho encanto.
Los indios, construían sus cayucos formando estructuras cóncavas de madera forradas de pieles de animales y corteza de árbol. Carecían de quilla, tenían el fondo plano y se desplazaban aprovechando las corrientes de los ríos sin necesidad de ningún velamen. Su longitud rondaba entre 5 o 10 metros y lo más importante era reservar suficiente espacio para mercancías como pieles o provisiones. Así que, el número habitual de tripulantes era de dos personas y como máximo tres.
La eslora de nuestra canoa mide 13.5cm, carece de bancales y está formada por dos piezas de plástico de color marrón oscuro fácilmente desmontables. Decorada con serigrafías tribales en color amarillo, es idéntica a la del poblado indio 3733. Caben perfectamente dos ocupantes, uno solo si decidimos estibar algo de carga.
Un trampero y un indio, conforman una pareja de personajes perfectamente escogidos para esta caja. A mi sobre todo me encanta el trampero, al más puro estilo Daniel Boone y su gorro de piel de castor. Además tiene muy buenos detalles en amarillo en las mangas y el pantalón, imitando una prenda de piel con flecos. Con su barba rubia, este keko es único y exclusivo de esta referencia 3397, pero se comercializaron dos versiones. Uno con el torso liso por completo, como los kekos más modernos, y otro que conserva la característica hendidura clickera. El indio, con un torso en rojo muy bonito, aparece en otras dos referencias coetáneas, nuevamente el poblado 3733 y la 3731 o indio con bisonte.
Como complementos, además de los puños y collar de garras del nativo, portan dos rifles de avancarga en color marrón, ¿Hawken?, ¿Kentucky?, a imaginación del jugador. Unos mocasines en color rojo para el indio y en marrón para el trampero, que también lleva puesto un colorido cuello o pañuelo verde. Por último, un par de canaletes con pala larga y ovalada en color anaranjado. Una pieza que se ha repetido siempre en muchas referencias indias pero existe ya también en color amarillo y aparece en la referencia de special plus 9354 .
Con esta canoa, y todo listo, esperemos que los exploradores regresen lo antes posible con buenas noticias para avanzar hacia nuestra conquista del Oeste. Esperemos que os haya gustado este nuevo análisis. Un saludo